Datos

Sinopsis

Ana y Miguel Angel son un matrimonio muy humilde (de unos sesenta años) que viven tranquilamente con su hijo Carlos, mayor de edad, y con una Discapacidad Intelectual y Motora. Ana y Miguel Angel, también tiene otra hija, Jessica, que hace muchos años que no vive con ellos pues se marchó de casa y no saben casi nada de ella. Jessica es una consumidora habitual de drogas y su pareja un narcotraficante. Jessica tiene una hija llamada Rosita, de unos Ocho años de edad, que vive en unas condiciones muy penosas, sin estar escolarizada y sin atender sus necesidades de salud e higiene. Ana y Miguel Angel descubren en las condiciones que vive su nieta Rosita y deciden quitársela a su hija Jessi y llevar a Rosita a los Servicios Sociales para que ellos decidan qué es lo mejor que se puede hacer por Rosita. Una vez estudiado el caso de Rosita y analizados los problemas de salud que presenta, la decisión que se toma es que sean los Abuelos, Ana y Miguel Angel, los que se queden con la custodia de su nieta. Los abuelos aceptan encantados. Rosita se va a vivir con sus abuelos y su tito Carlos. Al principio, Rosita se muestra temerosa, distante, nada comunicativa. Pero poco a poco va consiguiendo acercarse más a sus abuelos y su tito Carlos. Hasta que llega un momento que ya los acepta como su verdadera familia. Rosita va al colegio y es una alumna ejemplar, ha solucionado sus problemas de salud, está muy feliz de vivir con sus abuelos. Jessica, quiere recuperar a su hija, y presenta una denuncia en los servicios social manifestando que sus padres, los abuelos no cuidan bien a Rosita. Se celebra un juicio, y el juez decide que Rosita tiene que ir a un centro de menores. Ana, Miguel Angel y Carlos, se quedan hundidos, no entienden por qué les quitan a su nieta con lo feliz que estaba viviendo con ellos. Además, la sentencia también indica que solo pueden visitar a su nieta en un punto de encuentro cada seis meses. Los Abuelos deciden contratar los servicios de Claudia, una joven abogada para que les ayude a recuperar a su nieta. Claudia, en un nuevo juicio, consigue que el juez les devuelva la custodia a los abuelos, y así Rosita regresa a casa con ellos. Este caso que está llevando Claudia, le hace recordar cómo ha sido su vida: ella también estuvo en un centro de menores, fue violada y también perdió la custodia de su hijo Adrián que actualmente se encuentra dado en acogida en casa de su tía Antonia, que es trabajadora social. La historia de Los abuelos y Rosita se entremezcla con la historia personal y las vivencias sin resolver de Claudia: su etapa como drogadicta cuando salió del centro de menores, como la 1 fuerza por recuperar a su hijo Adrián la hizo salir de las drogas y estudiar la carrera de Derecho. En un nuevo juicio, los abuelos vuelven a perder la custodia de Rosita, pero esta vez Ana, la abuela no está dispuesta a entregar otra vez a su nieta y la esconde en casa de unos amigos. Los Abuelos son condenados por sustracción de menores, en